Me deseo pinceles
Apenas me di cuenta  que se acababa el año.  
Más  allá de los preparativos navideños, los
cierres y cenas de fin de año y la llegada de la familia grande y amigos que
viven en el exterior, este diciembre intenté no correr adentro mío, ni dejarme
acechar por la velocidad circundante.
Habiendo vivido  fines
de años cargados de tristezas y pérdidas, donde atravesarlos era lo poco - o lo mucho -  que se podía hacer;  2014 se fue apagando sereno gracias a una
pequeña dosis de estabilidad consciente y
amorosamente trabajada.  
Transitando la mitad de mi vida, me alcanzan algunas
experiencias vividas para reconocer que cualquier estabilidad es frágil. 
Y también me
sobran vivencias para tener la certeza que puedo navegar esa vulnerabilidad en la medida en que logre
fortalecer a mi Carolina más íntima.
En plan de reconocer que los cambios existen y que arrasan
si no encuentran suficiente flexibilidad y adaptabilidad de nuestra parte, formulo mi deseo para el  2015: me deseo pinceles.
Sí pinceles, muchos pinceles.
Me deseo pinceles delicados que afinen mis sentidos y mi
intuición, que me conecten con mi creatividad e inteligencia emocional para
desarrollarme en mis experiencias personales,
laborales y artísticas. 
Me deseo pinceles de brocha gorda, que me permitan
pinceladas rápidas y cargadas en trabajo con otros y para otros.  Mi pincel junto a más pinceles. 
Me deseo pinceles prolijos, de  suaves y sedosas  cerdas. También  me deseo pinceles despeinados, despreocupados
y desalineados. 
Y junto a mis pinceles
que sigan llegando los colores que me habiliten a seguir haciendo, sin ahorrar
experiencias,  animándome a las mil y
tantas tonalidades de la vida propia y la vida compartida. 
Pinceles,
colores y espacios. 
Sí, me deseo
espacios donde actuar con mis colores y mis pinceles. 
Seguiré
trabajando por mis espacios propios y aquellos espacios de vida en pareja y
vida en familia que son mi verdadera vocación. 
Seguiré explorando
 espacios de trabajo en proyectos con tantos colegas valiosos.
Seguiré liberando
espacios en el arte, aprendido nuevas formas de expresarme y compartirme. 
Seguiré ahondando en mi espiritualidad y mi fe.  
Me deseo desear.
Me deseo amar.
Me deseo crear.
Me deseo creer.
Me deseo ser libre.
¡Pinceles para mi 2015!
Y vos ¿Qué te deseas
para este nuevo año?